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¡Teta que no das, corazones que no sienten!


Porque en vano la TETA no está ahí, cerquita al corazón.


Dar teta o fórmula, no nos convierte en la mejor o peor mamá, pero darnos la oportunidad de agotar recursos para conseguir una lactancia exitosa nos da esa satisfacción de experimentar ese inexplicable lazo del que muchos hablan.


Amamantar, debería ser decisión exclusiva de mamá, sin presión ni influencia de la familia o del entorno, debería ser decisión del instinto que toda madre tiene por alimentar a su cría, por tenerlo cerca de ella, piel con piel. Sin embargo, la falta de información, apoyo y acompañamiento muchas veces nos hacen desistir de continuar con la lactancia, crear un sentimiento de culpa por no haberlo logrado y en muchos casos, sentirnos ofendidas cuando una mamá promueve la leche materna como la mejor opción.


No cabe duda, que la leche materna tiene un sinfín de beneficios y ventajas en comparación con la fórmula, pero si las circunstancias, cuales fuera, de su maternidad requiere “apoyarse” en el consumo de fórmula, adelante!! nadie puede juzgar sin conocer las verdaderas razones, las que sí pudimos “dar leche materna” debemos apoyar con motivación e información , porque finalmente ésta nunca será tardía, será para el segundo o tercer hijo, para el sobrino o para el vecino, pero en alguna oportunidad será útil, nunca será en vano la oportunidad que tengamos de promover la lactancia, de invitar a las madres a probar de este lazo maravilloso que inexplicablemente se crea.


Con 19 meses de lactancia, entre grietas y dolor, entre crisis y “horas brujas”, entre fórmula y leche extraída, entre exclusiva y diferida, he logrado encontrar la verdadera razón por la que mi instinto me llevó a luchar, a buscar información y apoyo en grupos y asesoras .. es ahora cuando luego de tantos meses siendo mamá “a medio tiempo” puedo asegurar, que el valor de mi lactancia más que nutricional es AFECTIVO, porque ahora mi nombre es TETA, porque al llegar a casa la mejor recibida es la TETA, porque muchas veces he robado abrazos gracias a la TETA, porque la TETA no en vano está ahí, cerquita al corazón.


Pdta. Si la teta es artificial, que sus corazones no dejen de latir juntos, podemos también alimentar a nuestros bebés con el mismo amor .


Claudia Márquez, lactivista y activista por la infancia.



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