Desarrollar una autoestima saludable es pieza importante en la crianza para brindarles herramientas a las hijas e hijos que les permitan valorarse, ser autocrÃticos/as, conocerse, aceptar su vulnerabilidad, pedir ayuda cuando lo requieran, entre otros beneficios. Por ello, ante el contexto actual de pandemia, es necesario voltear la mirada hacia las necesidades emocionales de las/os más pequeñas/os del hogar.
Han sido meses de cambios significativos en la vida diaria tanto para la infancia como la adolescencia. Las personas adultas que les acompañamos y cuidamos, también nos hemos visto envueltos/as en una ola de frustración e incertidumbre, lidiar con el estrés que genera este contexto no es tarea sencilla. Como tal, el autocuidado, a nivel personal y familiar, es un recurso que nos permitirá conectar con lo que sentimos desde lo individual a lo colectivo, y asà poder mejorar nuestros vÃnculos. Enseñarle a los/as menores a autocuidarse, les ayudará, en situaciones cotidianas o de conflictos futuras, que deben priorizarse.
¿CÓMO NOS AUTOCUIDAMOS?
- Cuando nos damos un tiempo personal de recreación y relajación
- Dedicando un tiempo para reflexionar sobre los pro y contras de nuestros dÃas
- Aceptando nuestras vulnerabilidades y pidiendo ayuda al necesitarlo
- Estableciendo lÃmites para el respeto de nuestro tiempo y espacio
- Tomando pausas necesarias cuando sentimos agotamiento emocional
- Reconociendo y conectando con nuestras emociones
Entre las responsabilidades académicas, laborales, domésticas y económicas, se puede generar ya mucha carga en el dÃa a dÃa de las y los cuidadoras/es, sumémosle los conflictos familiares, de pareja o entre amistades, el clima se torna más tenso. Darnos un respiro nos ayuda a entendernos, permitirle e invitarles a nuestras hijas e hijos a dárselos, es una forma de mostrarles que aquello que sienten importa.
Que cumplir nuestros objetivos externos diarios no nos aleje de nosotros/as mismos/as, ni de nuestra familia.
Sabrina RodrÃguez
@mentcolectiva