¿Haz escuchado o haz dicho frases como?:
"NO llores porque te vez mal"
"Eres un niño lloron"
"Esque eres tan berrinchuda"
"Sí no haces lo que digo ya no te voy a querer"
Yo mucho tiempo las he escuchado a lo largo de mi vida, y he tenido que reconstruirme para no repetirlo con mi hija.
Lamento decirte que este tipo de frases no ayudan al crecimiento sano tu hijo. Te invito a leer y reflexionar lo siguiente
Las emociones y sentimientos son estados que atraviesa una persona, sea adulto o niño, por los cuales puede saber lo que le está pasando por dentro y en relación con el ambiente.
Debemos contribuir en los niños el reconocimiento de sus emociones. Ayudarlos a ponerle nombre y acompañarlos para que las puedan expresar .
Te puden servir frases como:
"Entiendo que estes molesto porque quieres ir al parque, pero mira podemos jugar en casa"
"Si te sientes mal puedes llorar, yo también lloro cuando algo no sale como espero, aquí estoy para ti"
"Yo te Amo siempre, si no te apetece hacer esto, no hay problema"
Las emociones NO tienen GÉNERO. Todos podemos sentir indistintamente enojo, tristeza, amor, alegría.
Cuando no podemos o no nos permiten hacernos eco de eso que sentimos, corremos el riesgo de quedar a merced del otro.
Esto se conoce con el nombre de sobreadaptacion, olvidamos que nosotros somos los adultos y pretendemos que nuestros niños se hagan cargo de sus emociones y las nuestras, el costo en sufrimiento emocional, es muy alto.
No les hagamos pagar ese precio a nuestros niños.
El niño sobreadaptado pierde algo; esa lucecita propia, ese colorcito individual, esa chispa de vida que es única en el, que todo niño sano porta en su ser.
Incluso, esto último podemos observarlo en los adultos. Muchas veces respondemos como otros esperan que lo hagamos, o como nuestro ideal nos lo exige.
Los adultos decimos “si” a situaciones con las que en realidad no estamos de acuerdo, dejamos pasar disgustos, no planteamos dificultades ni trabas, pero en un momento estallamos y llegamos al límite. Visto esto desde la perspectiva del conflicto que ha desatado el estallido, la crisis está sobre mensurada. ¿Por qué? Porque en realidad no se está haciendo crisis por la situación puntual que la disparó, sino por un acumulamiento causado por una sobreadaptación previa que acumulamos.
Es importante aliviar al niño de nuestras propias exigencias, empatizar, validar y acompañar sus emociones es el primer gran paso que podemos dar. Cada adulto se puede dar cuenta cuándo el niño se está sobreadaptando a los propios pedidos pero en el camino ha perdido algo, o cuándo su adaptación es necesaria y saludable.
Todo niño tiene que sentirse amado por que es, no por lo que hace, o por lo que siente o por sus logros personales.
Si llegaste hasta aquí me alegro mucho por ti y tus niños, el camino en la crianza respetuosa no es sencillo, se necesita mucho compromiso y probablemente no funcione o la primera, ten paciencia poco a poco dará resultado, estás en el lugar correcto.
Evelyn Esquivel
@PatzoaqueCrianzaRespetuosa